miércoles, 21 de diciembre de 2011

Instantánea 9 . Feliz Navidad...







Queridos amigos que leéis este blog, conocidos o desconocidos, pero todos amigos míos, disculpad que no haya sido capaz de resistirme a escribir una postal de Navidad tan personalizada que es, nada más y nada menos,  el relato de mi nacimiento, casualmente ocurrido en Madrid en una Nochebuena de hace muchos años. Los cubanos me entenderán si les digo, “perdonad la descarga”. Ha sido algo que me brotó con tanta espontaneidad que decidí compartirlo con vosotros.

La Natividad según El Giotto

El 25 de diciembre es una fecha memorable para los millones de cristianos que habitamos el mundo. Nada importa que hasta la Enciclopedia Católica admita que Jesús Cristo no nació en esa fecha, que su verdadero natalicio no figure en las escrituras o que ese día 25 no fuese designado  oficialmente por la iglesia como tal acontecimiento hasta el año 345.

No importa que las primigenias costumbres de los cristianos fuesen las de celebrar la muerte y no el nacimiento de personas importantes, cosa por otro lado coherente con la creencia en una mejor vida tras la muerte física, de una vida eterna en el reino de un Dios que recibe a sus hijos en sus misericordiosos brazos tras nuestro bregar por este “valle de lágrimas”.

Belenes populares de Nicaragua y Perú

Carece de importancia que los antecedentes más lejanos sean fiestas paganas celebradas a finales de diciembre como el Saturnal romano, en honor a Saturno, dios de la agricultura, y el Yule, festejado en el norte de Europa, donde se quemaban grandes troncos adornados con cintas de colores en ofrenda a sus dioses. ¿No os parece un claro antecedente de nuestro árbol de Navidad?


 
Resumiendo, no importa lo engañoso de la fecha. Cualquier día hubiese sido bueno para honrar al que es sin duda el personaje más importante de la historia del mundo occidental desde hace 2011 años.


Particularmente, como soy una romántica empedernida, me encanta la historia que nos ha llegado y su ubicación en tiempo y espacio. La imagen de la huida de José y María y su llegada a Belén, ella montada en un burrito, totalmente embarazada, siempre me ha emocionado hasta las lágrimas. Y para qué hablar del resto de esa epopeya. Fabulada o no, basta con que una pequeña parte de la misma sea real para admirar y amar a aquel hombre de ideas tan preclaras y avanzadas. Jesús según Lucas, o Emmanuel según el profeta Isaías.


Y ya es suficiente por hoy. Aprovechemos el amor y la alegría que, a pesar del corrosivo materialismo que nos agrede, en estas fechas aún  impregnan al mundo cristiano y démonos en ellas una hambrienta inmersión, cubrámonos de una capa de paz y bondad que nos dure, recordando al gran hombre que murió por nosotros y por su fe, al menos hasta una próxima zambullida el 25 de diciembre de 2012.
Feliz Navidad - Joyeux Noël - Natale Hilare - Xin Ni Ho
Mo’adim Lesimkha - Froeliche Weihnachten - Bo Nadal
 Boun Natale - Merry Chrismas


Próximo capítulo:  Desastres de la posguerra







2 comentarios:

  1. Yoly, gracias una vez mas por tal maravilla.
    Nunca dejes de escribir que esperamos avidos tus letras.
    Feliz Navidad y prospero año nuevo!
    Zorionak eta urte berri on!

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  2. Recien he aprendido a contestar a los amables comentarios recibidos. Gracias a todos. Me causa una gran ilusión recibirlos. Si entrais por ANÓNIMO, que es más facil, poned vuestro nombre. Así os reconoceré. Animaos que eso se me contagia.
    Besos gordos a todos.

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