miércoles, 14 de diciembre de 2011

Instantánea 8 - España en Llamas

Guernica bombardeada.

No me gusta nada escribir sobre la guerra y sus barbaridades.  Todos sabemos que en ella nadie gana  en realidad y que los supuestos vencedores se encargan de escribir la historia con total parcialidad. Matar a tus semejantes me parece algo  que nos hace retroceder a los tiempos de la prehistoria, aquellos años en los que el poco desarrollo de nuestro cerebro hacía que solucionáramos nuestras rencillas a estacazo limpio. Matar en general me parece un desafuero,  pero cuando las víctimas son tus conciudadanos, a veces anteriores amigos o hasta parientes, lo siento como un acto  de una barbarie sin parangón. Pues bien, esto es lo que sucede en las guerras civiles y es lo que ocurrió en España durante tres sangrientos años.


El país estaba fragmentado geográfica y políticamente. Las familias estaban divididas por ideologías religiosas o políticas y es en esas condiciones cuando suelen brotar los peores instintos del hombre. Delaciones, linchamientos, ensañamiento... Actos  de paranoia y crueldad irracional tanto en el bando nacional como en el republicano. Eso fue España durante la guerra. 


El día 5 de Agosto de 1936,  los militares rebelados en el entonces Protectorado Español de Marruecos y comandados por Francisco Franco, habían comenzado a cruzar el Estrecho de Gibraltar en una operación naval que se denominó El Convoy de la Victoria, dirigiendo sus barcos, cargados de tropas ultramarinas, a puertos estratégicos de la península. Estando estas compuestas por militares profesionales y mercenarios les fue  fácil tomar posiciones desde las que invadir el territorio de Iberia, ocupando, poco a poco y tras cruentas batallas,  el terreno que La República iba perdiendo. Sin duda la ayuda  prestada a los nacionales por Mussolini y Hitler fue fundamental.  El proceso duró tres años y el número de muertos en ambos bandos ronda el millón. En ese ir y venir de tropas las ciudades se ganaban y se perdían velozmente y sus calles quedaban plagadas de muerte y dolor.


Ante esta situación mi padre y Manolo, el médico casado con su hermana, mi tía Mercedes, ambos de ideas liberales pero incapaces de disparar un arma, encontraron la forma de ayudar a la República de manera acorde con sus posibilidades.  Resultó que el comandante del V Regimiento, encargado de la defensa de Madrid, era gallego como ellos y un antiguo conocido de mi tio: el aguerrido y famoso comandante Lister. Y a él se dirigió Manolo ofreciéndose como médico y a mi padre ¡como enfermero! Supongo que estando necesitado de toda la ayuda posible Lister los enroló, a uno como capitán médico y al otro como sanitario. La cosa es que, con su natural inteligencia y las instrucciones de mi tío político, mi padre dominó su cometido en poco tiempo y juntos salvaron la vida o aliviaron los dolores a cientos de heridos


Por otra parte, las "Pfarry Sisters" resistieron la separación, el hambre propia de una ciudad sitiada y los bombardeos  como el resto de la población; sacando fuerzas de flaqueza. Aunque parezca increíble gran parte de los teatros  capitalinos se mantuvieron activos. Sin posibilidad de grandes espectáculos debido a la penuria las variedades reinaron sobre los escenarios y el público continuaba asistiendo, armados de un increíble coraje.  Quizá la afluencia era debida a la necesidad de evadirse  un par de horas del drama que el país estaba viviendo.

Bombarderos sobre La Puerta del Sol (Madrid)




A veces, al aullido de las sirenas que anunciaban la cercanía de los bombarderos, el público hubo de salir huyendo del teatro para refugiarse mayormente en lo refugios que ofrecían las estaciones de metro. Los artistas, por su parte,  solían bajar al foso del teatro, esperando que el ruido de las bombas cesase para regresar a su labor en el escenario.


Refugiados en la estación de Metro Sevilla (Madrid)

En abril de 1937 los aviones alemanes Heinkel He 111 arrasaban la ciudad vasca de Guernica. El ataque fue devastador y aunque no fue  la única ciudad bombardeada por alguno de los bandos, el hecho de que Pablo Picasso presentara  en  la Exposición Internacional de París de 1937 su famoso cuadro "Guernica", considerado a partir de ese momento icono del antibelicismo, elevó esa  masacre  a la fama mundial.


La Gran Vía bombardeada.(Madrid)




Añadamos a todos estos sucesos lo que para Dora y Jenny debió significar que esos pájaros asesinos, esos Junkers y Heinkel, la llamada Legión Cóndor, hubiesen sido enviados por Hitler, un compatriota. El apellido tan germano que ostentaban, la inequívoca imagen de valquirias que había sido uno de sus reclamos artísticos las convirtieron de pronto en "el enemigo". Algunos vecinos llegaron incluso a señalarlas con el dedo y  a negarles el saludo. No debió ser nada fácil ser alemán en el Madrid de aquellos días, el Madrid sitiado y hambriento a causa de aquella guerra fratricida.  El  Madrid que los nacionales no consiguieron tomar hasta el 28 de Marzo de 1939, casi finalizada la contienda.

 La mayor parte de Europa  parecía estarse desmoronando.


Lo que el Viento se Llevó                  King Kong                                Tiempos Modernos

En contraposición, en Norteamérica se estaban rodando y estrenando algunas de las películas más emblemáticas de la historia del cine.  En el 33 se filmó la primera versión de King Kong dirigida por Cooper y Schoedsack, con Fay Wray, la más frágil y hermosa de las todas la novias que este entrañable gorila ha tenido en la pantalla. En el 35, Greta Garbo, en el esplendor de su belleza y su carrera, interpretaba Ana Karenina junto a Frederic March y dirigida por Clarence Brown.  En el 36 subieron a las pantallas dos clásicos inolvidables, Lo que el viento se llevó, dirigido por Víctor Fleming,  protagonizado por una pareja que pasaría a la historia, Vivien Leigh y Clark Gable, así como otra joya, Los tiempos modernos, de Charles Chaplin, con una conmovedora Paulette Godard en el papel de florista callejera. En el 37 Walt Disney lanzaba su primera película animada de larga duración, Blanca Nieves y los siete enanitos y en el 39 se estrenaba uno de los films más bellos que yo recuerde, El mago de Oz,  con una de las artistas más completas y admirada por mi; Judy Garland . Este film fue  dirigido por Víctor Fleming.

El Mago de Oz                         Ana Karenina           Blanca Nieves y los Siete Enanitos

Pero me es inevitable volver a esa "España en Llamas" y a sus desgracias. Durante aquella guerra civil casi la totalidad de Europa se mantuvo  neutral. Tan solo se formó el Comité de No Intervención  que impuso un bloqueo de armas a España. Pero lo curioso del asunto es que dicho comité estaba formado por Francia, Inglaterra,  la URSS, Italia y Alemania, lo que hace comprensible su total ineficacia ya que los nacionales estaban apoyados por los nazis y los fascistas. Por su parte la república recibió ayuda de la URSS, interesada ayuda pues con posterioridad el país  pagó  el armamento recibido con el oro que los rusos se llevaron de las arcas del estado. Como hecho sorprendente el lejano Méjico brindó un apoyo a la república, sobre todo moral,  que proporcionó con posterioridad incondicional cobijo a miles de refugiados republicanos.

Bandera de Las Brigadas Internacionales

Las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios de todas clases y de todas partes del mundo, acudieron para luchar por  la república, formadas  en su mayoría por idealistas, pero también por anarquistas, comunistas y aventureros. Los escritores  Ernest Hemingway y George Orwell estuvieron, del lado republicano, como corresponsales de guerra.





Pedro Muñoz Seca
Al principio de este escrito declaré mi aversión a narrar hechos sangrientos pero me es imposible pasar por alto algunos de los terribles crímenes cometidos por ambos bandos. Los republicanos protagonizaron la Matanza de Paracuellos. Miles de presos, intelectuales y religiosos, fueron fusilados en el cementerio de Paracuellos del Jarama, cercano a Madrid, y allí mismo enterrados. Entre las víctimas figura el estupendo dramaturgo Pedro Muñoz Seca.
Federico García Lorca
y Margarita Xirgu



Se dice que, por otra parte, unos 50.000 individuos atrapados en el bando nacional resultaron ejecutados. Era sabido el mortal significado de ese “vamos a dar un paseo” con el que los soldados solían sacar de sus casas a personas no adictas, paseos de los que nunca volvían. Uno de los casos más famosos es el de Federico García Lorca, cuyo cadáver aún no ha podido ser localizado puesto que dichas ejecuciones solían tener lugar en las cunetas de la carretera o en medio de la campiña.



Pero como todo lo que empieza acaba, de una manera u otra,  el 1 de Abril de 1939, poco después de la toma de Madrid y de Valencia, últimos bastiones republicanos, el general Franco proclamaba el final de la guerra con estas palabras, leídas por la radio en la voz del actor Fernando Fernández de Córdoba:


EN EL DÍA DE HOY, CAUTIVO Y DESARMADO EL EJERCITO ROJO, HAN ALCANZADO LAS TROPAS NACIONALES SUS ÚLTIMOS OBJETIVOS MILITARES. LA GUERRA HA TERMINADO.
FRANCISCO FRANCO.


Manuscrito original del último parte de guerra.

Próximo capítulo: Feliz Navidad

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