Interpretar Aspirina para dos (Play it again, Sam)
fue una experiencia maravillosa. La obra de Woody Allen era una gozada.
Aquellas situaciones en las que se mezclaba lo real con lo onírico eran a la
vez inteligentes y divertidas. La disociación del personaje protagonista,
Allan, ese individuo tierno, angustiado y débil que en sus ensoñaciones se convertía en su ídolo, Humphrey Bogart, daba oportunidad para mucho juego. El
resultado era que los personajes se desenvolvían en un mundo entre la realidad
y la fantasía lleno de ese ingenio mordaz del famoso autor, director
y actor.
Nicolás Dueñas, Yolanda Farr, Antonio Iranzo |
En el elenco estábamos
Nicolás Dueñas, como Allan-Woody, yo, como Nancy- Deane Keaton y Antonio
Iranzo, en una estupenda caricatura del “duro galán” Bogart.
África Prat, Andrés Resino, Loreta Tovar |
Otros que formaban
el reparto eran Andrés Resino, África Prat y Loreta Tovar. La delicada y
acertada dirección estuvo a cargo de Ángel Montesinos y el estreno fue en el
teatro Marquina el 9 de mayo de 1980.
Feliz de romper el
encasillamiento en papeles de travestí o transexual que había interpretado durante
los últimos meses, era enorme mi
disfrute encarnando a esa
mujer tan humana que era Nancy y enorme mi goce al observar la reacción del
público ante unos textos tan llenos de ingenio.
Una de las más conmovedoras
anécdotas teatrales de mi vida tuvo como fondo esa función.
Al finalizar una complicada
escena que había trabajado arduamente con el director, ya que mi personaje
debía mostrar el proceso desde la sobriedad hasta la embriaguez sin caer en
excesos u obviedades, mi compañero Dueñas y yo vimos como por el pasillo central
del patio de butacas se iba acercando una figura que portaba algo en la mano.
Por supuesto eso nos inquietó. Cualquier intento de invadir el espacio actoral siempre
inquieta y hay que admitir que yo era, en esos momentos, un personaje bastante
controvertido, recién nombrada “Madrina de los gays” en un país que aún
guardaba recelos y animadversiones contra los homosexuales. Pero nuestro temor
duró poco.
Con Iranzo-Bogart en Aspirina para dos |
Una vez llegado el hombre al pie del
escenario vimos que la mano alzada hacia mí iba armada tan solo con una
hermosa rosa roja, en una ofrenda respetuosa y en silencio. Algunas veces había sido objeto, durante mis actuaciones, de entusiastas lanzamientos
de flores, pero la visión de aquel sonriente muchacho, solo y erguido en medio
del patio de butacas mientras me ofrecía una rosa de tan intenso color que parecía relumbrar entre
la penumbra, pareció detener el tiempo.
Así que, en medio de un silencio expectante, hice algo prohibido
por las leyes del teatro convencional: me acerqué al proscenio y, rompiendo la
“cuarta pared”, recogí aquella flor. Una ovación premió el momento y la rosa me
acompañó, acurrucada en mi escote, el resto de la representación.
Con Nicolás Dueñas y Antonio Iranzo en Aspirina para dos |
Siempre
pensé que más tarde o más temprano aquel muchacho se identificaría, que
intentaría establecer un contacto personal.
Pero me equivocaba. Jamás supe quién fue el entrañable admirador que, a
partir de ese día dejaba cada martes para mí una hermosa rosa roja en la
taquilla del teatro El caso es que ese hecho,
por su sencillez y belleza, se ha quedado grabado en mi memoria con más fuerza
que muchos de los honores que se me dispensarían en un futuro.
Aquel año estuvo plagado de
buenos estrenos en Madrid y de grandes acontecimientos mundiales.
En marzo pudimos ver Kramer vs. Kramer, película dirigida por
Robert Benton e interpretada por Dustin Hoffman, Meryl Streep y un niño que
cautivó al público: Justin Henry. También en ese mes un film de ciencia ficción
provocaría una fiebre que estaba destinada a contagiar al mundo
entero: Star Trek I.
En mayo, Stanley Kubrick nos
conmocionó con El resplandor, (The
shining). Jack Nicholson, en su imagen de poseso, protagonizó
durante tiempo las pesadillas de un público aterrado. Por fortuna y en contraposición, los
cinéfilos tuvimos la opción de gozar con la deliciosa Fama (Fame) y las vivencias de aquellos jóvenes estudiantes de la New York City High School of Performing
Arts.
Un jovencito Pedro Almodóvar |
En el mes de octubre se
exhibía la Opera Prima de un
jovencísimo manchego; Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón. El
director, que llegaría con los años a ser ganador de dos Oscar e infinidad de
otros premios cinematográficos, era Pedro Almodóvar. Las protagonistas, tres
jóvenes actrices, Carmen Maura, Olvido Gara (Alaska) y Eva Siva, lograron gran
popularidad gracias a esta película.
Y en el mes de noviembre se
estrenaba en Madrid el controvertido e ingenioso film La vida
de Brian, (Brians life). Los
protagonistas y guionistas eran los Monty Phyton, un grupo de
comediantes ingleses. Esta parodia sobre la vida de un joven contemporáneo de
Cristo, Brian, víctima de la intolerancia, el sectarismo y el dogmatismo, llena de una obvia semejanza con la vida del Mesías, estuvo a punto de no ser nunca filmada.
La productora Emi Film, al serle presentado el guión, lo vetó calificándolo de
“obsceno y sacrílego”. Fue el beattle
George Harrison quién hipotecó su casa y su estudio de grabación para crear su
propia productora y financiar el altísimo coste de esa película inolvidable.
Al tiempo que nosotros representábamos Aspirina
para dos en el Marquina, la función más innovadora y deliciosa que había en la cartelera era una comedia musical de título El diluvio que viene. Sus autores, los italianos Garinei, Giovannini y Trovaioli lograron un espectáculo encantador basándose en la hipótesis de un nuevo diluvio universal. Su final, incluida una original aparición celestial en forma de blanca paloma, era todo un hallazgo que arrancaba ovaciones y bravos. (Sobre esta escena y su paralelismo con el famoso aterrizaje de dos palomas sobre el hombro de Fidel Castro durante su primer discurso televisado en La Habana, aquel hecho que los espectadores tomamos entonces como una señal divina, escribo, desmitificándolo, en mi Instantánea 26. Leedla y descubriréis el truco.)
En cuanto a las efemérides
mundiales de aquel 1980, una en especial me conmocionó como todo lo que tenía
que ver con mi querida “patria de adopción”, Cuba. Aunque a retazos, la noticia del abrumador
“éxodo del Mariel” logró traspasar la espesa “cortina de caña” con la que la
dictadura castrista intentaba incomunicar a la isla con el resto del mundo.
Visión parcial de los jardines de la embajada del Perú |
Todo comenzó cuando el 1 de abril seis cubanos estrellaban un autobús contra la verja de la Embajada del Perú y pedían un asilo político que les fue concedido. Como represalia el gobierno retiró la custodia externa a esa delegación diplomática propiciando así que un enjambre de personas saltara las verjas y ocupara los jardines, negándose a abandonar el lugar hasta que les fuesen entregados salvoconductos para salir del país. 10.800 seres humanos se mantuvieron a la intemperie y en las más precarias condiciones durante días.
El gobierno del país andino estaba
angustiado ya que le resultaba imposible atender a tan desorbitado número de
demandas. Aquel dramático espectáculo dañaba la imagen de Fidel y de su
supuesto “paraíso socialista”. Así que, encolerizado y en uno de sus frecuentes
arranques de soberbia, Castro anunció la apertura del Puerto del Mariel para
los que quisieran irse, con la condición de que tendrían que ser sacados de la isla en barcos enviados desde ultramar.
Una de las 1600 embarcaciones que salieron del Mariel |
Nunca imaginó el sátrapa que, durante los 5 meses
que el puente estuvo abierto, 1600 embarcaciones trasladarían a más de 125.000
cubanos principalmente a Miami. Un nuevo éxodo masivo que sufría mi querida
isla, sólo comparable con el que, entre 1960 y 1962 protagonizaron 14.000 niños
cubanos, entre los que estaba mi admirada cantante Marisela Verena.
Marisela Verena |
Por supuesto otras cosas importantes
sucedieron en el mundo en aquel 1980.
En enero el presidente
norteamericano Jimmy Carter decretaba un embargo de cereales contra la URSS al
tiempo que, en Moscú, era arrestado el eminente físico nuclear y activista de
los derechos humanos Andrei Sajarov.
En Guatemala varios
disidentes políticos españoles tomaban la embajada de España. La policía
guatemalteca, en un acto de tremenda crueldad, quemaba vivos en su interior a
36 de ellos.
En junio y en EE.UU. tenía
lugar el peligrosísimo incidente del “chip defectuoso”. Los centros de mando militares habían
recibido un aviso de alerta sobre un ataque nuclear. Supuestamente 200 misiles
lanzados desde la URSS se dirigían hacia ellos. Los ordenadores, enloquecidos,
pasaban en instantes de unas cifras a otras, haciendo esto dudar a los técnicos.
Por fortuna, tras consultar a los satélites, se pudo comprobar que aquello era un
error cibernético. Un error que estuvo a punto de desatar una guerra nuclear.
En septiembre Saddam Hussein,
presidente y dictador iraquí, ordenaba la invasión de Irán a consecuencia de
las continuas disputas fronterizas.
Y a mediados de noviembre de
ese 1980, vuestra narradora y amiga Yolanda Farr, Manolo Otero y Pastor
Serrador estrenaban en Valladolid, como parte de una gira de rodaje,
una obra que, por su temática, debería haber levantado ronchas en el Madrid de aquellos tiempos: Lady Mariposa.
Una enrevesada historia de desafueros.
Rey González compartió un enlace.
ResponderEliminarHace 5 minutos
Queridos amigos mios de facebook y en especial a los amantes, desde hace unos meses, del blog de Yolanda Farr, que yo comento aqui en mi pagina, esporadicamente: En esta entrada, "nuestra narradora", nos publica como siempre, recortes de prensa de su vida profesional en la Espana de 1980, una preciosa foto de ella, hecha por su eterno marido, el pintor y fotografo Jesus Alcantara, nos habla de su participacion en la obra de teatro 'Aspirina para dos' (Play it again, Sam), obra nada menos que de Woody Allen; nos relata con ternura un episodio muy extranio que le sucedio durante una actuacion en el teatro; nos cuenta de otra pieza que causo problemas pero que todavia no sabemos el porque...pero, lo que mas me llamo la atencion fue, el contexto historico en que, como ella hace siempre, nos cuenta su vida de ese anio. No solamente en Espana, tambien en Cuba donde ocurrieron los hechos del Mariel, por ejemplo y que todos los cubanos recordamos...PERO...con mayusculas,...nos 'deja caer' algo de lo que escribira proximamente y que yo, tan inquieto y curioso como soy, no pude dejar de buscar inmediatamente en mi gran amigo Google...Se trata de la llamda "Operacion Peter Pan" que ocurrio en Cuba del 1960 a 1962, algo de lo que yo, lo confieso, me entero ahora...y creo, no estoy seguro ya de nada, ustedes tampoco ni habian oido hablar. Pido disculpas a mi queridisima Yolanda y me anticipo a decirles lo que he encontrado sobre el tema por lo importante del hecho...no tanto por el hecho en si, sino, por la forma en que se puede ocultar una noticia de tanta envergadura, por tantos anios...Lean aqui:
http://es.wikipedia.org/wiki/Operación_Peter_Pan
y aqui tambien: http://www.pedropan.org/
...y al final demos las gracias a esta actriz, cantante, vedette, escritora cubano-espanola que no solo nos cuenta su vida llena de interes sino que nos informa de hechos historicas de Espana y de Cuba que toda una, no, dos o tres generaciones de cubanos ni habiamos oido hablar.
Gracias Yolanda, amiga mia!!!